17.9.10

A la luz de la farola


Cada año paso menos tiempo en Sienes.
Eso va marcando la ausencia de vivencias y recuerdos. Esos que se generan  para seguir cargando las pilas.  La esencia que se absorbe por   las raíces de los vínculos a los lugares, a   las gentes, a los amigos, la familia...Es algo que sólo se puede recargar en ciertos lugares dotados de vinculaciones. La vida fluye cual torrente imparable. 
Volver a pasear por el Buitrón, ver como mana con fuerza, ir a ver como crecen las patatas en el  Prao, subir a Peñarrubias....Son actos simples y dotados de una fuerza vinculante que no se puede  medir en horas de permanencia.
Las tertulias a la luz de la farola, aflorando recuerdos, oliendo veranos de mies tostada. 
Es la savia ambiental  que emana imparable en los lugares que quieres.
Comienza septiembre. 
Hay que regresar