Al entrar en Sienes una tarde dura y oscura de febrero, da la sensación de ser un pueblo gris y deshabitado; nada más lejos de la realidad. Hay que seguir subiendo y encender las luces, todo cambia, su silencio es reposo, su oscuridad es paz, sus sonidos... susurrosos para el que vuelve.
14.3.09
Una tarde oscura
Al entrar en Sienes una tarde dura y oscura de febrero, da la sensación de ser un pueblo gris y deshabitado; nada más lejos de la realidad. Hay que seguir subiendo y encender las luces, todo cambia, su silencio es reposo, su oscuridad es paz, sus sonidos... susurrosos para el que vuelve.
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